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AYER ESTUVIMOS

                                              PARQUE EN MELILLA

                                                                   De lo más destacado de la zona

 

En otoño de 2007 tuvimos el placer de visitar por primera vez a Fernando, en su chacra de Melilla. Lo hubiéramos hecho antes, pero, a pesar de nuestra insistencia, el anfitrión nos decía que esperáramos, que era todo muy reciente, que no estaba pronto.

Conocimos a Fernando hace unos seis años, cuando aquella heroica "Prado Jardín 2001", en la cual presentó aquella magnífica cascada, punto obligado de visita de los diecisiete mil concurrentes a la mega exposición de jardinería y paisaje.

Posteriormente, nos hemos cruzado en varias oportunidades, en los jardines, los eventos, y ahora por primera vez en su sorprendente proyecto.

 

   

 

El parque combina especies exóticas y nativas, teniendo en cuenta principios de diseño, y priorizando determinadas vistas que realmente arrancan exclamaciones de los visitantes. No hay conflicto alguno entre ejemplares de diferentes orígenes, si se ubican estratégicamente.

 

      

 

Máxime si se tiene en cuenta que aquí se han tenido en cuenta los efectos de asociar diferentes texturas, colores, siluetas, todo magistralmente previsto.

 

  

 

En ocasiones, el ejemplar aislado, si su silueta, floración y fructificación llaman la atención, puede ubicarse aislado, como es el caso de alguna Eugenia exótica.

 

  

 

Un ejemplo muy interesante de asociación de colores de follaje, lo constituye el del carobá y las dodonaea purpúreas, ubicadas junto a algún ciruelo de jardín.

 

  

 

Y, como no faltan a la cita últimamente, y son una constante en espacios verdes, las gramíneas ornamentales despliegan toda su belleza. Quizás el título de esta nota podría haber sido "parque con gramíneas", dada la abundancia de éstas.

 

  

 

Imposible en la actualidad prescindir de ellas, por su atractivo, rusticidad, movimiento. Resisten el sol fuerte, la falta de agua, el viento.

 

  

 

Verdes o con follajes grises, azulados, disciplinados, cada vez hay más opciones. Fáciles de multiplicar por división de mata, su presencia en los viveros es cada vez mayor.

 

     

 

La luminosidad, los contrastes, la admiración de lo silvestre, que siempre reconforta...  Cuántas opciones habrá en nuestros campos que merezcan más atención!

 

  

 

 

 

Una jornada otoñal con viento, pero templada, con mucho sol y mucha calidez. Los estudiantes agradecidos, el dueño de casa seguramente orgulloso de mostrar esta maravilla, para uso y disfrute suyo y de su familia y también de sus amigos. Hasta pronto!!!

Agradecimientos: Ing. Agr. Silvia Gil, Dra. Sylvia Laglere, por las magníficas imágenes. A Fernando y su familia, por la magnífica atención que nos dispensaron.