AYER ESTUVIMOS
COLECCIONISTA DE ORQUIDEAS Y BROMELIAS
No es sencillo abordar el tema de esta nota, como tampoco lo es la crianza de estas plantas, que requieren de la paciencia del coleccionista, y conocimientos que se adquieren de la práctica más que de la teoría, sumados a un arduo trabajo en horticultura.
Bromelias y orquídeas, junto con crasas y cactáceas, se presentan como un campo tan vasto como apasionante, donde aquél que valientemente comienza no abandona jamás el emprendimiento. Es que son tantas las variedades y cultivares, además de las satisfacciones que estas plantas otorgan, que la iniciativa puede constituír el trabajo de toda una vida.
No es sencillo obtener el permiso para visitar a Alberto Peña, pero gracias al contacto realizado por intermedio de nuestro amigo Roberto Cirillo, también coleccionista de orquídeas, logramos concretar la cita. Es que Don Alberto, retirado ya de su actividad laboral, dedica su tiempo al disfrute de estas maravillas, y la difusión de este tesoro debe realizarse siempre en forma previamente concertada y muy ordenada.
En pequeños grupos, tal como lo dispone el dueño de casa, nuestros estudiantes tuvieron la oportunidad de ingresar al pequeño pero coqueto invernadero con temperatura controlada, importado desde Francia. A nuestros ojos, más de 300 variedades y cultivares de bromelias y unos 200 de orquídeas no dejaron de deslumbrarnos en ningún momento.
Las primeras asombran sobre todo por la forma y el colorido de sus hojas, las segundas por sus flores, que aparecen escalonadamente a lo largo del año.
La colección, que abarca tanto epífitas como terrestres, es una de las más completas del medio. Es posible apreciar además en la visita Euforbiáceas, crasas y cactáceas y helechos.
Ya a la entrada, el cantero con Cryptanthus, mostrando el magnífico colorido de sus hojas, provocando las primeras exclamaciones de admiración. Estas magníficas Bromeliáceas, originarias de zonas tropicales principalmente de Brasil, se presentan actualmente en un sinnúmero de cultivares, la mayoría muy vistosos.
Luego las Guzmania, Vriesia, Neoregelia, Nidularium, Aechmea, Billbergia y Bromelia entre otras, compiten igualmente en formas y colorido, a cuál más sorprendente. Entre ellas, la nativa Aechmea distichantha (“caraguatá”) es muy cultivada en jardines, parques y aún plazas de nuestro país.
Por último, las Tillandsia como T. duratti y T. usneoides (“barba de monte”). Es de destacar que a este último género pertenece el popular “clavel del aire”, Tillandsia aeranthos.
Las orquídeas, muchas en flor en esta época del año -comienzos de primavera- y las condiciones especiales que ofrece el invernadero, requieren una especial atención por su belleza. Variedades y cultivares de Cattleya, Cymbidium, Dendrobium, Paphiopedilum (“zapatitos de Venus”), Phalaenopsis y un nutrido grupo de Vanda aparecen ante nuestros ojos, fruto del trabajo de años de Don Alberto, quien ha recorrido América para su colecta y posterior introducción en nuestro medio.
Al finalizar la recorrida, el anfitrión nos muestra orgulloso su parque, con sus frutales, incluyendo nogales, y un hermoso “kaki” en brotación, canteros de rosas y Hemerocallis, estos últimos con sus primeras flores, una añosa Cycas revoluta y un césped destacado, fruto de una excelente nivelación del terreno y los cuidados correspondientes.
Agradecimiento: A Leticia Peralta, por las excelentes fotografías.
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