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                                                                                           AYER ESTUVIMOS

                                                                                      Vivero Ñacundá

                                                                                                        Pionero en Punta Negra

 

Por la muy pintoresca Ruta 10, y a no más de una hora y media desde Montevideo y quince minutos desde Piriápolis, un cartel sobre la carretera indica que estamos próximos a un emprendimiento único en la zona.

 

              

 

En una zona que vale la pena visitar, con una vegetación pocas veces vista, donde los Cereus asombran por su tamaño y estado, y las espinas de la cruz comparten territorio con los talas achaparrados por el intenso viento. Donde una extendida comunidad de arueras modelada por el viento provoca el asombro de los visitantes.

A pocas cuadras de la costa surge, entre una tupida vegetación de eucaliptus y acacias, más algunos pinos, el vivero Ñacundá.

 

                

 

Una muy bonita cabaña de madera, senderos prolijamente cubiertos por piedra gris, y la amabilidad combinada con la serenidad que se respira en la zona, alejada de los ruidos y el stress, hacen que la visita sea sumamente placentera.

  

 

El vivero tiene como proveedores a los principales productores de la zona sur del país, por lo que es posible encontrar aquí las mejores plantas, y las últimas novedades.

   

 

Faltaba algo así en estos lugares, y nuestra querida ex alumna Magela Galli, lo instaló. Desde allí parten las plantas hacia los jardines del entorno, el que está en crecimiento constante, donde día a día se construyen nuevas viviendas de veraneo, e incluso, por la paz y tranquilidad que ofrece el lugar, muchas personas residen aquí en forma permanente.

 

                 

 

Por eso, señor, levántese temprano, cargue las cañas y demás elementos de pesca y ponga rumbo hacia Punta Negra. De camino, deje a su señora en Ñacundá. Al regreso, pase a buscarla, no es de esperar que la valija esté muy llena de corvinas, porque ya no hay muchas. De repente algún cortón o alguno que otro sargo. Además, va a necesitar espacio para las plantas. No se enoje por el gasto, Ud. disfrutó de su pasión, y ella de un muy buen rato en contacto con la naturaleza y gente espectacular. El matrimonio feliz, cada cual con su pasatiempo, el jardín agradecido, los pescadores de Punta Fría también.

 

 

 


LOS VIVEROS, PARQUES, JARDINES, TODO EN UN SOLO SITIO.

www.jardinenuruguay.com 

     DOCENCIA DEL PRIMER NIVEL. RECREACIÓN GARANTIZADA.